lunes, 27 de enero de 2014



SER AMIGO DE LOS PROFES EN LA UNIVERSIDAD ¿QUÉ TAL?


En el colegio, cuando te hacías amigo de los profes, el bullying era seguro. Lo más suave que te podían decir era “chupamedias” y quedabas calificado de ese modo durante muchas semanas, inclusos meses. Así de cruel puede ser el colegio. Así de cruel fuimos algunos (o fueron con nosotros)
Igual estaban los profesores buena onda, claro está, pero de esos éramos amigos todos. Acá estoy hablando cuando era uno solo era el que se hacía amigo, mientras el resto no entendía por qué. Esos se merecían el bullying, según nosotros.
Bueno, en la universidad claramente entramos a un mundo nuevo, donde toda regla escolar cambia y tenemos que reiniciar el motor. Empezar todo desde cero ¿Amistad con los profes de la U? Les voy a contar, obviamente según mi experiencia personal, qué pasa cuando te haces amigo de un profe en la universidad.
Primero, deben saber que el “bullying” nuevamente estará, no como tal, sino como un humor más de amigos. Algo soportable. Vi a partners míos y a desconocidos establecer amistades con ciertos profesores de la universidad y siempre hubo su talla de por medio, pero nada del otro mundo. En verdad, en la U ya nos da lata molestar.
En estas instancias a nadie le importa cómo te relacionas con los profes. Todos somos mayores de edad y ellos lo ven de ese modo. No distinguen edad. Obviamente los mechones sentirán cierto grado de intimidación, pero con los meses uno se da cuenta que ser amigo de un profe es una cuestión totalmente normal en la U.
Una anécdota chistosa es que, si eres amigo de un profe, ten por seguro que serás el elegido por el curso para recibir todos los mails, fotocopias, libros y cualquier cosa que entregue el profe.
¿Hay beneficios?
La verdad, ser amigo de un profesor en la universidad no provocará que te vaya mejor, ya que acá nos enfrentamos a personas más “vivas” que saben diferenciar entre ser buena onda y evaluar una prueba según rendimiento.
Igual te irá bien en los ramos donde seas amigo de tu profe, ya que normalmente uno entabla amistad con ellos porque les gusta la materia y pueden sentarse a hablar de ella sin necesariamente estar en clases. Ese sí es un punto claro en la U: Te harás amigo del profe con el que te vaya bien.
En la “U” seguimos teniendo esa inmadurez de que nos caerá mal el profe con el que nos vaya mal, que básicamente es al que todos odian, porque en verdad el hombre/mujer es malo, pero malo con toda el alma. Darth Vader, Voldemort, The Joker O Mufasa quedan chicos al lado de estos profes que te ponen un rojo aunque hayas escrito la biblia.
En fin, volviendo al tema de los profes buena onda y ser amigo de ellos, si pudiera nombrar una ventaja explícita, sería la de ser ayudante. Si postulas con el profesor amigo tuyo, tenlo por seguro que serás seleccionado, lo que es totalmente bueno porque tendrás esas “luquitas” de más que te pueden salvar.
En fin, ser amigo de un profe en la universidad es una cuestión universal. Un ñoño, un deportista, el buena onda, todos terminan entablando cierta cercanía con un docente, porque en verdad, en la U esta es una de las cuestiones más normales. Así que mechón, si estás leyendo esto, ándate “altiro” en la buena onda con los profes, es mejor tenerlos de tu lado.
¿Qué opinan ustedes? ¿Cómo es ser amigo de un profesor en la universidad?

FUENTE: U Universitarios http://www.universitarios.cl/

lunes, 20 de enero de 2014



SOY NUEVO EN LA U ¿CÓMO HAGO BUENOS AMIGOS?



Cuando llegamos a la U, aparte del miedo natural que significa el tener que estudiar más y asumir mayores responsabilidades, debemos enfrentarnos a otro dilema ¿Cómo hacer amigos fácilmente?
En el colegio, casi todos se conocen y el ambiente es mucho más cercano, lo que nos hace más fácil desenvolvernos. Sin embargo, en la U todo cambia, incluso la forma en que nos relacionamos.
¡Pero no te desesperes! Encontramos la solución, que te caerá como anillo al dedo. La ciencia respalda todos los tips que te daremos, para que cada persona nueva que conozcas, se sienta muy cómoda hablando contigo y le parezcas de lo más simpático que hay, aún en aquellos momentos incómodos.
Estas son las cosas que debes hacer, cuando te entre el pánico y no sepas cómo llevar la conversación:
1° Haz que tu compañero hable de sí mismo: Esto hará que se activen las zonas de recompensa del cerebro de la otra persona y hará que sienta placer, igual que si estuviera comiendo o ganando dinero.
La neurocientífica de Harvard, Diana Tamir, a través de investigaciones descubrió que “las personas están dispuestas incluso a dejar pasar dinero para hablar de sí mismas”.
2° Siempre pregúntale cosas a las personas con quienes conversas: Esto hará que exista una retroalimentación y ayudará a que tus conversaciones sean más fluidas.
Además, cuando haces preguntas que les permita a los demás, encontrar soluciones a sus propios problemas, no se verán amenazados y seguirán conversando contigo, porque se sentirán bien consigo mismos.
3° Pídeles consejos: Esta es una estrategia muy efectiva para acercarte a las personas, porque se sentirán importantes y además te verán como alguien humilde, lo que aumentará su nivel de confianza hacia ti.
El profesor de Stanford, Jeffrey Pfeffer, y el experto en persuasión, Robert Cialdini, lo recomiendan.
4° Ocupa la técnica de las dos preguntas: Primero le preguntas a tu compañero por cosas positivas y cuando te responda, hazle una pregunta de la vida en general.
¿Por qué resultaría algo así? Porque si le preguntas por algo bueno primero, cuando piense en los demás aspectos, se sentirá positivo. Parece tonto, pero es cierto. Esta técnica, está basada en investigaciones del sicólogo y Premio Nobel, Daniel Kahneman.
5° Repite las últimas tres palabras que diga tu compañero: No significa que parafrasees todo, simplemente que las digas en tono expreviso o interrogativo. Es como si estuvieras jugando ping pong. Tu compañero saca y tú la devuelves.
Esta técnica, demostrará que estás interesado en lo que dice y seguirá hablando con confianza.
6° Sé copuchento, pero no en mala onda: Estudios demuestran que cuando hablas del resto, las personas inconscientemente te asocian a las características que estás describiendo y se quedan con esa imagen de ti. Es decir, que si hablas mal de alguien, tus compañeros te asociarán con lo malo que digas, pero si hablas bien, te verán con todo ese positivismo.
Cuéntanos ¿Qué te parecieron estos tips? ¿Los vas a ocupar cuando llegues a la U?

FUENTE: U Universitarios http://www.universitarios.cl/

lunes, 13 de enero de 2014



10 CONSEJOS PARA ESTUDIAR EN ÉPOCA DE EXÁMENES

Las épocas de exámenes traen de cabeza a los estudiantes, pero como para todo, existen algunas técnicas que nos las hacen más llevaderas. A continuación os enseñamos algunos consejos que esperamos os sean de utilidad. ¡Ánimo!




1. Escribe a mano en un papel:
Escribe en un papel lo que tratas de estudiar para retenerlo más fácilmente. Las investigaciones realizadas sobre el tema afirman que el hecho de escribir produce la realimentación del cerebro, dando lugar a una memoria motora que hace que sea más fácil recordar la información a largo plazo. La mecanografía o la grabación de voz propia no tienen el mismo resultado. Así que, aunque te lleve más tiempo es lo mejor que puedes hacer.

2. Muévete!
Aunque no lo parezca, el lugar en el que estudias también puede producir distintos efectos en los estudios. Si has estado estudiando en tu habitación, muévete a la mesa de la cocina o desplázate hasta la biblioteca. Puede ayudarte a mantener la mente despejada, además de mejorarla.

3. Prueba con la meditación:
Está científicamente demostrado que la meditación mejora los resultados de los exámenes: un estudio reciente de la Universidad de California, en Santa Bárbara concretamente, afirma que muchos estudiantes universitarios mejoraron su capacidad de cara a los exámenes gracias a la meditación, mientras que otro estudio demostró que los estudiantes que meditaban antes de una conferencia obtenían mejores calificaciones en el test que se realizaba tras la dicha conferencia que los estudiantes que no habían meditado. Durante las semanas previas al examen, has de intentar sentarte en silencio y concentrarte, haciendo respiraciones pausadas durante 5 minutos al día, por la mañana y por la noche, para mejorar la concentración y aclarar la mente.

4. Tómate un respiro:
Estudiar más no necesariamente significa estudiar mejor: los estudios han demostrado que hacer un descanso cada 10 minutos para caminar puede ayudar a mejorar tu concentración hasta dos horas más tarde.

5. Ponte a prueba:
Hacerse un examen a uno/a mismo/a puede ser una forma efectiva de paliar los nervios que existen antes de un examen y repasar aquellos conocimientos que tengamos en el olvido. Las investigaciones nos muestran que los métodos de estudio activo son más efectivos que otras estrategias (como resumir o subrayar).

6. Bebe mucha agua:
Esto es muy importante: si has tomado mucho café o bebidas energéticas, algo a lo que se suele recurrir durante épocas de exámenes, y que tienen un efecto deshidratante en nuestro cuerpo, debemos tener siempre una botella de agua a mano cuando estamos estudiando. La deshidratación (aunque sea leve) puede deteriorar la función cognitiva, así como el rendimiento mental.

7. No te satures:
estudiarlo todo el día antes, puede parecer una manera segura de adquirir los conocimientos, de que te queda todo claro, pero en realidad es contraproducente: no sólo vas a estar agotado cuando llegues al examen, sino que tucerebro va a estar cansado y no te será posible recordarlo todo ala perfección, como si estuvieras descansado. No existe una solución rápida para aprobar los exámenes, así que nuestra recomendación es que empieces a preparar los exámenes un mes antes, a tu ritmo y con tiempo para descansar la noche anterior al examen.

8. Haz un grupo de estudio:
Estudiar en grupo puede ser útil siempre que elijas a la gente adecuada y que te concentres en los apuntes. Trata de limitar el grupo a un máximo de 3 o 4 miembros y hacer una lista de las cosas que vais a estudiar cada vez que quedéis.

9. Divide y vencerás:
No todos los examenes que haces tienen la misma dificultad, con lo cual no hay por qué estudiar siempre de la misma manera, ni dedicar el mismo tiempo a todas las pruebas: debes evaluar tú mismo el examen en función de la dificultad y los conocimientos que tengas, dejar que te lleven más tiempo unos epígrafes u otros...

10. Escucha música para relajarte:
Escuchar música clásica puede ayudar a la mente a mantener la concentración. Las investigaciones han demostrado que los trabajadores que escuchan música realizan sus tareas de manera más eficiente que los que no lo hacen, así que ¿por qué no hacer lo mismo con nuestros estudios?

Escuela 2.0

lunes, 6 de enero de 2014



DIEZ CONSEJOS PARA SER UN BUEN ESTUDIANTE

El logro de buenos resultados debe ser prioridad número uno de todo estudiante. He aquí diez consejos para obtener un buen rendimiento académico.


1. No basta con ser inteligente 
Hay personas bastante inteligentes que apenas necesitan estudiar, así como otras para quienes estudiar no es lo suyo. Sin embargo lo normal es tener una inteligencia media y por lo tanto los buenos resultados solo se obtienen con una motivación adecuada que facilite el esfuerzo de estudiar. Sin voluntad de estudiar, no hay nada que hacer... y los motivos que se tengan para estudiar son decisivos.
2. Encuentre un motivo para estudiar 
Aunque hay muchísimas otras cosas que son más divertidas, estudiar es un deber inaplazable. En los años escolares nos estamos jugando el futuro pues en esta corta época decidimos lo que vamos a ser el resto de la vida.
Se debe tener un motivo para estudiar. Y ese motivo ha de salir de uno mismo. Los premios y los castigos pueden ser eficaces, pero a la larga no son lo decisivo.
3. Adopte su propia técnica de estudio 
De algunas personas se dice: "este chico no sabe estudiar". Hay maneras de aprender a hacerlo, muchos libros, páginas web, la ayuda de un profesor, de los padres. Pero en el fondo, todo es sentido común. A estudiar se aprende estudiando y cada quien verá cuáles son los sistemas que le van mejor.
4. Siéntase cómodo y concéntrese 
Para estudiar eficientemente se necesita un lugar de estudio tranquilo, donde todo esté a mano, con una silla cómoda y luz suficiente. No se engañe, con música no se puede estudiar: puede dibujar o copiar, pero no memorizar ni concentrarse. No se levante a cada momento y persevere sentado al menos 45 minutos. Luego descanse 5 a 10 para poder continuar.
5. Horario y planeación
También se debe tener un horario. No tiene por qué ser rígido, ha de ser flexible pero lo normal en secundaria es que se gaste entre media hora y una hora para hacer las tareas y tres cuartos o una hora para estudiar. Si entre lunes y viernes no ha dedicado 10 a 12 horas de estudio, el fin de semana hay que recuperar. Deje, si puede, para el fin de semana las tareas que le lleven más tiempo: Una lámina de dibujo, un trabajo para una asignatura. Es una lástima que pase el tiempo haciendo como que está estudiando cuando su cabeza está muy lejos. No sueñe despierto. Aproveche el tiempo y luego, podrá hacer muchas otras actividades.
6.  Aprovechar las clases ahorra tiempo 
Es una tontería perder el tiempo en clase. Si aprovecha ese rato, tendrá mucho adelantado. Si, por alguna razón, le dejan tiempo libre de estudio, adelante tareas. 
Puede que el profesor siga el libro: en ese caso tome notas de lo que dice, de aquello en lo que insiste. Si da apuntes, siga atento y tome nota en todo lo que pueda, con sentido común. Subraye aquello que repita, pues es lo que considera básico.
7. Memorizar pero entendiendo el contenido
En la mayoría de las asignaturas hay que memorizar los contenidos de las lecciones. No intente aprenderse algo que no entiende; por eso es tan importante lo del punto anterior.
Cada persona tiene su propio sistema para fijar en la memoria las lecciones: leerlo en voz alta, repasarlo varias veces e intentar repetirlo sin mirar el texto... lo importante es que tenga en cuenta que no se sabes un tema si no es capaz de explicarlo. Y es muy conveniente que estudie cada día lo explicado en clase. Es mejor aprender un texto corto que enfrentarse a un montón de páginas cuando lleguen las épocas de evaluaciones.
8. Los exámenes: comience por lo más fácil 
“Ya estudiaré cuando llegue el examen”… Este es un enorme error. Si estudia cada día, cuando llegue el momento del examen sólo tiene que repasar conocimientos ya adquiridos, recordar lo que ya se sabe. Si lo deja todo para el final, acabará con la cabeza llena de fórmulas, definiciones, fechas, etc. un caos.
Los exámenes son de distintos tipos: hay que preparar cada uno de modo diferente. Auto examinarse da buen resultado. 
Duerma bien la noche anterior al examen y ni se le ocurra tomar ninguna pastilla - lo pagará muy caro -. Así evitará el nerviosismo y el cansancio. Lea detenidamente las preguntas antes de lanzarse a responder. Si es posible, responda primero las preguntas más fáciles y deje para el final las que no se sabe bien. Esto es especialmente importante en problemas de matemáticas, física, traducciones... Muchas veces se gasta todo el tiempo de que se dispone en hacer un problema y se deja el resto en blanco. 
Antes de entregar el examen revise cuidadosamente las respuestas. No se precipite en entregarlo: use todo el tiempo de que disponga.
9. Ayudas para resolver problemas 
Aunque es difícil dar una regla común, en matemáticas, física y química muchas pruebas incluyen problemas: a partir de unos datos tiene que hallar otros, mediante una fórmula o varias.
En primer lugar elija la fórmula adecuada, luego sustituya las variables por los valores que le den (¡Las unidades!) y le quedarán una o varias incógnitas para despejar. Hágalo con sumo cuidado: es muy probable que pidan los resultados exactos, y no bastará con que la solución esté bien planteada.
10. Y lo más importante 
Hay un punto del libro Camino, donde se afirma que "Una hora de estudio es una hora de oración": este libro tiene muchos puntos, un capítulo entero, dedicado al aspecto sobrenatural del estudio. Le vendría muy bien considerarlo detenidamente. Ofrezca a Dios su trabajo.


Fuente: Profes.net
www.lafamilia.info