LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y PERIODISMO
No
obstante la abismal distancia que separa los conceptos de Libertad de Expresión
y Periodismo, estos han sido permanentemente asociados en desmedro de los
intereses de toda la sociedad y lamentablemente, muy poco o ningún esfuerzo se
ha realizado para establecer las diferencias.
Libertad de Expresión
Cuando
hablamos de la Libertad
de Expresión debemos convenir en que ésta es un derecho de todas las personas,
sin limitaciones de ninguna naturaleza: política, religiosa, étnica, de edad o
de género, etc.
Todas
las personas tienen derecho a expresar su opinión, utilizando cualquier medio
que tengan a su alcance. Este derecho, universalmente reconocido, ha permitido
con frecuencia recordar aquella frase de Voltaire que dice: “desapruebo aquello
que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho de decirlo”.
Difícilmente
una sociedad civilizada estaría en desacuerdo con respetar ese derecho y
permitir a los ciudadanos expresarse libremente; inclusive en forma masiva,
siempre que sus manifestaciones no afecten los intereses de los demás.
Creo que en general, la humanidad comparte este criterio, aún en
aquellas sociedades totalitarias donde los ciudadanos corren permanente riesgo
de ser castigados o perseguidos por expresar sus opiniones.
Periodismo
En
muchas oportunidades, los gobernantes, lideres de instituciones, empresarios y
propietarios de los medios de comunicación han utilizado el argumento de la Libertad de Expresión arriba
analizado para desconocer la condición profesional de quienes trabajan como
periodistas, en los medios de comunicación.
Se
asegura en efecto que trabajar en un medio de comunicación no puede ser
privilegio de algunas personas, sino que todos pueden hacerlo, aun sin la
preparación necesaria, por el derecho a la Libertad de Expresión.
Deliberadamente,
se evita considerar que ser periodista no es ejercer el derecho a la expresión,
sino formarse para desarrollar una actividad profesional que busca satisfacer
otro derecho, también de todas las personas, el de ser oportuna, clara,
completa y verazmente informadas de todo cuanto acontece y que sea de interés
de la sociedad. Como hace el abogado para defender los intereses de esa
sociedad o el médico para conservar su salud.
El
periodista, si es éticamente responsable, no puede expresar su opinión mientras
cumple su tarea de interpretar y transmitir, lo más fielmente posible, cuanto
acontece a su alrededor y en lo posible presentar las evidencias para respaldar
sus afirmaciones: fotografías, filmaciones, grabaciones, cita del nombre de las
personas que proporcionaron la información son, entre otras, las formas que
utiliza el periodista para dar credibilidad a sus afirmaciones.
Retrospectiva
Un
largo trecho recorrido en la historia del Periodismo nos permite respaldar estas afirmaciones, en
efecto, promediaba el siglo XIX cuando la proliferación de publicaciones periódicas
de prensa dio lugar a la creación de las primeras escuelas de Periodismo, para
que quienes iban a desempeñar esa tarea estén capacitados para emplear esos
medios al servicio de la sociedad.
Al
comenzar el Siglo XX, algunos excesos de
los periodistas obligaron a poner énfasis en el tema de la objetividad de la
información y en los años 70, debido a la denuncia que se hizo en la UNESCO en contra de las
grandes agencias de noticias y el crecimiento de las organizaciones del tercer
mundo, se habló del compromiso social del Periodismo con los más débiles,
tendencia que envolvió a muchas instituciones, incluyendo a la Iglesia.
Opinión
Ello
no significa de ninguna manera que los medios dejen de publicar opiniones, ya
hemos dicho al comenzar esta nota que ese es un derecho de todas las personas y
los medios deberían ofrecer siempre los espacios requeridos, no necesariamente
pagados o coincidentes con sus ideas, para recoger las opiniones de quienes
detentan el poder, de los líderes de opinión, de los ciudadanos y por qué no,
también de los periodistas, todos ellos identificándose y guardando las normas
de convivencia.
Una
cosa muy diferente es el hecho de que el periodista, ejerciendo el derecho que
le asiste, como a todas las demás personas, pueda aprovechar su presencia en un
medio de comunicación para verter sus opiniones; sin embargo, existen espacios
reservados a propósito para es función, como es el caso de las páginas
editoriales o las páginas o espacios de opinión, donde el periodista puede
expresar lo que piensa, identificándose por supuesto, como lo hacen los demás,
con su nombre o por lo menos detrás de un pseudónimo.
Los
editoriales, es decir la opinión de los medios, están siempre mejor orientados
cuando son escritos por profesionales especializados, en efecto, los grandes
medios de comunicación que se respetan, cuentan con equipos de editorialistas
especializados, por lo general en la cuatro grandes áreas del contexto social:
políticos, economistas, sociólogos y miembros del ámbito cultural.
El
rápido y complicado crecimiento tecnológico ha dado lugar hoy a que la
formación de los comunicadores sociales (se forma muy pocos periodistas) ponga
más énfasis en el manejo de la tecnología que en la capacidad intelectual de
quienes la utilizarán.
El
hecho de que la televisión sea un medio más de entretenimiento que de
información ha permitido paulatinamente la libertad de desarrollar una mezcla
de información y opinión que en muchos casos ha terminado por adulterar la
labor periodística, tergiversando y manipulando los hechos y poniendo en duda
la ética con la que deberían cumplir esa tarea quienes sólo deben informar.
El
día en que los gobernantes y los legisladores tomen conciencia sobre este
hecho, la sociedad podrá estar con la información garantizada, porque quienes
se encarguen de proporcionarla serán profesionales con capacidad y
responsabilidad para hacerlo.
El
día en que la labor informativa esté confiada en manos de periodistas
profesionales, todos saldremos ganando, entonces quienes sean directores,
editores, jefes de redacción, jefes de informaciones, redactores, reporteros,
fotógrafos, camarógrafos tendrán que haber recibido la formación necesaria.
Y
aún más, los propietarios de los medios, al confiar esa tarea a periodistas
profesionales, para servir y tener mejor informados a sus seguidores, como
retribución, verán crecer ese rating tan importante para ellos y recibirán
también mayores utilidades económicas.
Germán Casassa
Zapata
PERIODISTA
Germán Casassa Zapata: Presidente del Colegio Departamental de Profesionales en Ciencias de la Comunicación Social, docente UPDS
BIBLIOGRAFIA:
Fusaro,
Diego: Voltaire
Mc
Bride, Sean: Miles de Voces Un Solo
Mundo
Vásquez
Montalván, Humberto: Comunicación e
Historia
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